He aquí una nueva entrega del dúo escritoril Gibbon Sinja Bone y Wilson el Aceitoso incursionando en la ciencia ficción vernaculiania que raya en la ufolocura y ufopatologìa. Esperamos que este esfuerzo editorial sea del agrado de nuestros estimados y no tan vilipendiosos lectores.
LA CONQUISTA
Alargó la mano y accionó todas las compuertas con un par de movimientos de sus manos, las que se abrieron produciendo un leve sonido sibilante prácticamente imperceptible. Apenas titilaron unas luces de colores esmeralda. Se quitó los guantes tácticos incoloros de última generación, moviendo las manos en ademanes extraños. La nave respondió de inmediato y se eyectó silenciosa, en dirección vertical hasta desaparecer de su mirada.
Las carabelas, al amanecer se divisaron en el horizonte, cuando estuvieron más cerca de la costa, se podían escuchar las exclamaciones de los marineros, los gritos de alegría que el sonido de las olas no podían tapar.
El Almirante, con un semblante que transmitía solemnidad y a la vez expectativa, algo de temor y alegría, se hincó de rodillas en la arena y elevando su mirada al cielo dio gracias, rozando la playa con la punta de su espada. El estandarte del Rey fue clavado en la tierra blanda y los marineros se agruparon alrededor, muchos de ellos descubriendo sus melenas en señal de respeto.
El viento hizo ondear las palmeras suavemente, las gaviotas y los pelícanos pasaban muy cerca de las tres naves y sus marineros como curioseando, admiradas y extrañadas de lo que veían por primera vez.
Al instante, Willow 1114MB atravesó las paredes del tiempo y sus oídos comenzaron a llenarse de un sonido de tableteo de ametralladoras, objetos que caían en el agua y explotaban, gritos, alaridos, aullidos humanos, bombas y orugas anfibias.
CABECERA DE PLAYA
Normandía era una mezcla rara de elementos: agua, aceite, gasolina, sangre, pólvora, fuego y pedazos de miembros humanos. Gritos y órdenes en diversos idiomas y había que estar ahí porque era un momento clave en la Historia. Un soldado llamaba a su madre desde la trinchera, rodeado de cadáveres. Willow pasó una de sus manos con un género embebido en agua por el rostro del joven y pecoso combatiente. Le dio a beber agua y lo reanimó. El soldado quiso saber el nombre de su enfermera, pero ésta desapareció al instante, sonriendo.
MANIPULACION DE TIPOS
Ahí estaba Johannes Gensfleisch zur Laden zum Gutenberg, sumergido en un desordenado taller con una ventana por la cual, corrida la cortina, entraban rayos de sol. Se encontraba abocado de lleno a la impresión de la Biblia de 42 líneas con tipeadores móviles sabiendo que era protagonista de otro momento clave y bisagra en la Historia de la Humanidad. Tenía las manos oscurecidas por la tinta. Los ojos bien abiertos.
El manipulador de tipos cada día progresaba mejorando las aleaciones y fijaba los caracteres con firmeza y prolijidad en el papel, mientras, Willow 1114MB sentada sobre un barril de madera, tomaba mate amargo en un porongo homónimo.
CON EL MONJE CLAVADOR
Dejó los mates, dejó a Johannes y avanzó hasta cercanías de Eisleben, después de sobrevolar Nordhausen y Sangerhausen, por la ruta 38. Siguió más hacia el saliente y viró hacia el norte unos kilómetros. El monje Martin Luther clavaba sus tesis en la gran puerta de madera, agradecido con el imprentero coterráneo y colega en la fe para la mayor difusión de las verdades bíblicas, inmediatamente la policía montada y enmascarada lo apresó y lo llevó al cautiverio. Su barba crecía a la par que su trabajo de traducción del Nuevo Pacto. Cometiendo a continuación su desliz para aconsejar la matanza de los paisanos de Jesucristo. Willow comenzaba a sorprenderse de los diversos actos, contradictorios ellos, y decisiones encontradas de los humanos a quienes admiraba con devoción y a la vez repulsión.
Otro momento clave del cual no se podía estar ausente.
EL IMPERIO NO DA MAS
Rómulo disfrutaba de la ensalada de frutas que le habían servido sobre la mesa de mármol, las odaliscas meneaban sus caderas y el incienso llenaba la enorme y suntuosa habitación sostenida por columnas dóricas. Las cortinas permanecían plegadas, colgadas de lo muy alto, no soplaba viento y el calor, afuera, era importante. El atrangantado emperador no pudo pronunciar palabra cuando tribus bárbaras comenzaron a incendiar el palacio y una flecha se clavó donde más suele doler. Los oficiales romanos celebraban el éxito de sus inoculaciones bárbaras y su intromisión en el Imperio donde más y más difícil se ponía recaudar para la corona.
TENGO UN SUEÑO
Por la calle principal, frente al escenario montado para la ocasión, miles de personas avanzaban excitadas clamando por derechos que no se les permitía exigir. Sus pieles y colores del cabello denotaban el origen del continente que alberga tribus nómades y sedentarias de todos los colores.
Martin Luther se subió al escenario y comenzó su discurso, ovacionado por la gente, aplaudido por miles con unanimidad. Willow se mimetizó entre la muchedumbre y blandiendo un cartel de tela blanca con letras negras, proclamaba “we march for effective civil rights laws now!; “civil rights laws now! Un negro la miró extrañado por su cabellera clara y sus raros anteojos pero luego asintió sonriente.
“I have a dream…”, comenzó diciendo el pastor y explicó su sueño que comenzó a desarrollarse mientras un fusil escupía en algún lugar su quemante proyectil para quitarle la vida a èl y con él al presidente John. Las consecuencias de las buenas y de las malas, se cuentan hasta el día de hoy.
Otro presidente megamillonario, con su jopo brillante promete sacar los archivos a la luz y Willow lo mira sonriente frente a su gran escritorio en el salón oval.
LA TRAGEDIA DE LAPA
Ahora el Boeing 737 204C, matrícula LV-WRZ, Vuelo 3142 destino ciudad de Córdoba comienza a carretear por la pista, atestado de pasajeros uno de los cuales es Silvia PS Willow 1114MB. El comandante bromea con la tripulación y la jefa de azafatas en la cabina, dice que no ve la hora de llegar a Córdoba y tener esa fiesta con su libertina compañera de trabajo. Algo anda mal y un sonido que repiquetea puede ser escuchado por SPS Willow en el último asiento, la que hace más de 50 décadas que investiga el tema de los OVNIS.
Prepara su cuerpo, sus agallas baten aire, sus poros se inflan, para el escape, sabiendo que esta nave no se va a despegar del suelo, que al contrario, se va a quedar adherida para siempre a èl, pegada con asfalto, pegada con plástico fuego y hormigón, hierro y goma espuma.
La nave se incrusta en la estación de servicio y un hongo rojo y negro trepa hacia el cielo como una bomba atómica.
Todos los gritos y alaridos van quedando silenciados y la fiesta no será. No habrá wiskies ni tangas volando por el aire, no habrá éxtasis ni cervezas frías, las cambiaron por lápidas frías y lágrimas sin respuesta.
Atraviesa lánguida, la cortina de fuego y humo y sube a la terraza del Kavanagh. Se fuma un puro y se lanza sobre la Torre de los Ingleses. Perfora sus rojizas paredes y sale eyectada por uno de los agujeros de la cùpula.
Trepada sobre un Aermacchi MB (como ella) 339 de la Armada Argentina, se divierte y sonríe mientras el piloto, Teniente de navío OGC, a sus 31 años, con gran destreza y coraje rayano en la locura suicida, cañonea los barcos ingleses esquivando los mástiles de las naves que se veían impedidas de tirarle para no dar con blancos propios.
Sonríe ella, y se divierte pensando en la entrevista que le dará al canal Tendenciosas Noticias para bromear con sus 50 décadas de investigación en el “fenómeno” OVNI pero se propone no dar señales ni hablar sobre el ataque a la Base Naval Comandante Espora de Bahía Blanca donde tuvo que accionar botones rojos para responder a los disparos de FAL de los despiertos soldados de guardia, hiriendo y quemando a algunos de ellos.
Hablará de apariciones, de “avistamientos”, los que curiosamente son vistos en descampados, montes, montañas y de las que hay pocos testigos. De algún ignoto museo con muchas manipulaciones como manipulaba Juan el imprentero manipulador de tipos.
Willow 1114MB, la que hace más de 50 décadas que investiga el tema de los OVNIS.
GRUPO DE IRRESPONSABLES IRRESOLUTOS IMPUNES A QUIENES SE LES IMPUTA LA AUTORIA DEL HECHO DE ESCRIBIR ESTE PANFLETO:
Gibbon Sin Jabone (el enemistado con el líquido elemento y ahora hobbysta de abejas pequeñas)
Wilson el Aceitoso (otro que dispara de las regaderas).
Con la benemérita colaboración de Ana Esponjosa Larrosa.
Ilustraciones del Manco de Lepá Tanto.
Novidente Rubio corrector.
Beodo el Adicto editor.
Los que van a leer os saludan.
Saludad.