jueves, 7 de abril de 2022

Me quiero eyectar

EL DESEO DE EVADIRSE "Me quiero ir" dijo el pintado ministro cuando una periodista griega lo acorraló dejándolo desnudo, sin argumentos de ninguna índole. Ahí va el muy imberbe, acaba de correr la media maratón y pasa desapercibido entre todos los que estamos en la playa, a orillas del Lago Futalaufquen. Es febrero y hace calor y se escuchan muchas voces, hay muchos colores, hay vida. Yo también corrí la media maratón y pude llegar a la meta entero. Ahora yo también me quiero ir... a casa, para darme un baño, descansar, reponer energías.También me quise ir de mi casa alguna vez cuando adolescente, pero, ¿a dónde me iría? Andaría errante como un pordiosero, y podría caer en manos de cualquier gente peligrosa y mala. No me fui. EN LA COLIMBA Después, en la colimba, una noche, estando en mi puesto, en la guardia, me sentí fuertemente tentado a irme a mi casa, distante algunos kilómetros del Regimiento de Caballería. Estaba, curiosamente en el mismo puesto donde según anécdotas de fogón familiares (aunque nunca hubo fogón que yo recuerde), el tío Eliezer Narciso estando de guardia, abandonó el puesto, se fue corriendo a su casa, (a 100 metros de donde estaba la mía), comió pollo y volvió al puesto y no pasó nada. Podés ser muy joven, correr dos veces como 3 km o 4 km pero el pollo se le debe haber quedado atragantado. Bueno, estuve tentado esa noche, pero aguanté. OTRA NOCHE Otra noche estando en la cama cucheta inferior, en "la cuadra", nivel que compartía con mi vecino de barrio y amigo Néstor, le comentaba que quería irme, escapar. ¿Qué cosas pasarían por mi cabeza para pensar semejante cosa? Era el SMO (Servicio Militar Obligatorio) durante un gobierno cívico-militar en 1979. Así que le comenté a mi amigo, quien me disuadió y no lo hice, aguanté. Al fin, terminé saliendo en la primer baja de la colimba, ojalá vuelva la colimba manga de zurdos y maricones que lograron desprestigiar a las Fuerzas Armadas y sacar el SMO, ahora los jóvenes no tienen formación ni valores, fuman porro y un montón de porquerías y andan por la calle, miles de ellos como zombies, cantando la basura esa que canta L-Gante otro zombie, o robando, o matando gente para sacarle el celular.
A MILES DE KILOMETROS DE ALLI Y algunos meses más tarde, ambos amigos y colimbas, nos fuimos al sur a cuidar los pertrechos del Regimiento que quedaron en Santa Cruz, de la casi guerra con Chile por las islas Picton, Nueva y Lenox. Nos daban comida con espuma pero no porque no había alimentos sino por la rivalidad entre el jefe de nuestro escuadrón y el jefe de la cocina según supe. Como cobrábamos por estar ahí como voluntarios, no sólo que pude comprarme un grabador para reproducir música en casetes, sino que podía comprar fiambre y pan y hacerme unos sandwiches, lo cual era mejor que la comida horrible que nos servían. La comida espumosa que Tribilin no pudo evitar. Ahí también un día dije "me quiero ir" por un montón de cosas acumuladadas, inventé una carta de progenitores pidiendo volver en el primer viaje de regreso y la llevé al jefe de escuadrón a la Hostería del ACA donde estaba cenando, a orillas del río Santa Cruz, otro que vivía cerca de mi casa, era como del barrio. Así que me dijo que sí que me iba a incluir en el primer vuelo del Hércules de regreso a mi provincia. El Jefe del Escuadrón estaba borracho. AL DIA SIGUIENTE Un cabo1º bastante jué hiena descubrió mi maniobra y me hizo correr alrededor de la formación en su despliegue luego de izar bandera, de la Hostería al lugar donde estábamos alojados, un Gimnasio deportivo. Varias cuadras pasando vergüenza, por polvorientas calles del pueblo. En esa ocasión también el tipo me dió un cachetazo y le dije de todo. Estábamos desarmados sino el resultado habría sido distinto. Por fin, un día subí al Hércules que nos trajo de vuelta, ya era noviembre, y paso por alto muchas cosas que contaré en otro cuento, aunque este no es un cuento más bien es un relato.
ALGUNOS AÑOS MAS TARDE Ya habían pasado casi 3 años en el Seminario, estudiando junto a otros jóvenes de Argentina y otros países, donde fabricábamos alfajores y pasteles para autosustentarnos, los cuales se vendían varios km a la redonda en un lugar densamente poblado. Había conocido a quien luego sería mi novia y mi esposa. Y también me quería ir. Tenía que hacer un viaje de miles de km para encontrarme con ella. Ya había terminado esa etapa que se había formulado para tres años. Así que en esta ocasión materialicé la ida. "Con una mano atrás y otra adelante" se suele decir. Primero viajar como 30 horas en un tren de larga distancia, y luego 2 días en un tren de trocha angosta hasta llegar a mi destino para encontrarme con la persona que me amó y me ama como ninguna persona lo hizo antes, salvo mi madre. AHORA ME QUIERO IR Ahora también me quiero ir. Ir a recorrer el país, agarrar las rutas por mi cuenta, y somos dos los que nos queremos ir, ella y yo. Pero tengo que aguantar unos casi 4 años para poder levantar vuelo.
¿Aguantaré? Continuará....

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